Grupo AJEC. Col. Excalibur Fantástica. Granada, 2010. 299 páginas.
Arasca, el Mundo Oculto, está a punto de experimentar una época turbulenta. Martín es designado como mensajero en una trama que se cierne sobre el rey de Pulse.
Pero los acontecimientos se desencadenan, erigiéndolo como protector de las misteriosas Piedras Alma, y obligándolo a alistarse en pleno invierno en el mayor ejército jamás visto, en una cruzada santa proclamada contra los invasores procedentes de oriente. Junto con un anciano sabio, la nieta de este y un controvertido mercenario, Martín se adentrará en el mismo infierno, con la intención de liberar al mundo del último gran demonio.
Raazbal conjuga la fantasía épica con la crudeza y el realismo de las guerras medievales, en un mundo donde los ideales sucumben bajo la clámide de la barbarie.
El autor:
Arasca, el Mundo Oculto, está a punto de experimentar una época turbulenta. Martín es designado como mensajero en una trama que se cierne sobre el rey de Pulse.
Pero los acontecimientos se desencadenan, erigiéndolo como protector de las misteriosas Piedras Alma, y obligándolo a alistarse en pleno invierno en el mayor ejército jamás visto, en una cruzada santa proclamada contra los invasores procedentes de oriente. Junto con un anciano sabio, la nieta de este y un controvertido mercenario, Martín se adentrará en el mismo infierno, con la intención de liberar al mundo del último gran demonio.
Raazbal conjuga la fantasía épica con la crudeza y el realismo de las guerras medievales, en un mundo donde los ideales sucumben bajo la clámide de la barbarie.
El autor:
Óscar Bribián (1979, Huesca) reside en Zaragoza. Tras colaborar en varios números de una treintena de revistas literarias electrónicas e impresas, tanto españolas como latinoamericanas, dirigió la revista literaria Oxigen durante cinco años. Con Mentes perversas (Mira, 2009) demostró su valía en el campo del relato breve y el suspense. Raazbal constituye su segunda obra publicada, en la que se vislumbra su afición por las novelas históricas y el género fantástico. En ella demuestra que la fantasía épica puede venir acompañada del crudo realismo medieval.