Paleo, historias del Cretácico tardío: Loner. Jim Lawson

Tyrannosaurus Books. Barcelona, 2014. Título original: Paleo, Tales of the Late Cretaceus: Loner. Traducción: Marc Gras. 78 páginas. B/N.

En 2001 el dibujante y guionista Jim Lawson creó la serie de cómics Paleo: Tales of the Late Cretaceous para el sello Empty Sky de Mirage Studios, el legendario estudio que vio nacer a las archiconocidas Tortugas Ninja.

Paleo fue publicado durante 8 números a los que siguió una historia autoconclusiva, LONER, que jamás vio la luz.

Tyrannosaurus Books se enorgullece en presentar, por primera vez a nivel mundial, la edición en papel de LONER, la novela gráfica independiente de la serie Paleo de Jim Lawson, dibujante de la versión original de los cómics de las Teenage Mutant Ninja Turtles durante más de 20 años.

Loner es un T-Rex repudiado por su madre en su más tierna infancia. Pronto aprende a buscarse la vida y a sobrevivir en un medio hostil en la más absoluta soledad. Loner, camina a la deriva buscando sentido a su existencia, comida y otros dinosaurios en los que descargar su ira. Vive las aventuras de Loner en pleno período del Cretácico superior y alucina con las aventuras de los diferentes dinosaurios que pueblan el universo LONER. Una desgarrada lucha por la supervivencia.

La traición de Roma. La Trilogía de Roma, libro III. Santiago Posteguillo

Ediciones B. Col. B de Bolsillo. Barcelona, 2014. 872 páginas.

En esta, la última novela de la Trilogía de Roma, tras Africanus: el hijo del cónsul y Las legiones malditas, Santiago Posteguillo narra el épico final de la vida de dos de los personajes más legendarios de la historia: Escipión y Aníbal. Tras la batalla de Zama, los eternos enemigos vuelven a encontrarse en medio de la vorágine de la guerra de Asia.

Pero La traición de Roma es también la historia del hijo de Escipión, que lucha por estar a la altura de un padre inalcanzable; la de la joven Cornelia, la hija menor, y sus ansias de libertad en un mundo de hombres; la de Marco Porcio Catón y su persecución política contra los Escipiones, junto con su aliado Graco, heredero de la poderosa familia Sempronia; la de Areté, una prostituta griega demasiado bella para pasar inadvertida; la del rey Antíoco III de Siria, cegado por las ambiciones de sus generales; la de Cayo Lelio, dispuesto a permanecer junto a su gran amigo Escipión más allá de toda lógica, y la de muchos otros personajes igualmente fascinantes.

Las legiones malditas. La Trilogía de Roma, libro II. Santiago Posteguillo

Ediciones B. Col. B de Bolsillo. Barcelona, 2014. 860 páginas.

Publio Cornelio Escipión, que pasaría a la historia con el sobrenombre de Africanus, solo tenía veintiséis años cuando aceptó comandar las tropas romanas en Hispania. Heredero de las cualidades militares de su padre y su tío, el joven Escipión también había heredado algunos de sus feroces enemigos, como Asdrúbal, el hermano de Aníbal, o el general púnico Giscó. Sus opositores lo acechaban asimismo en el Senado romano, donde el todopoderoso Quinto Fabio Máximo, acérrimo enemigo de los Escipiones, logró forzarlo, una vez concluida la campaña en Hispania, a aceptar la tarea de liderar las legiones V y VI. Eran éstas unas legiones malditas, constituidas por los soldados supervivientes de Cannae, la más humillante derrota de Roma ante Aníbal, exiliadas en Sicilia. las legiones habían perdido el sentido del deber, la disciplina y toda esperanza de regresar a la patria. Lo que no podía prever Quinto Fabio Máximo era que el joven militar y sus legiones malditas estaban llamados a cambiar el curso de la historia. 

Africanus. El hijo del cónsul. La Trilogía de Roma, libro I. Santiago Posteguillo

Ediciones B. Col. B de Bolsillo. Barcelona, 2014. 716 páginas.

A finales del siglo III a.C. Roma estaba a punto de ser aniquilada por los ejércitos cartagineses al mando de uno de los mejores estrategas militares de todos los tiempos: Aníbal. Su alianza con Filipo V de Macedonia, que pretendía la aniquilación de Roma como estado y el reparto del mundo conocido entre Cartago y Macedonia, constituía una fuerza imparable que podría haber cambiado para siempre la historia de Occidente.

Pocos años antes del estallido del conflicto, nació un niño llamado a realizar grandes proezas: Publio Cornelio Escipión, hijo del cónsul de Roma durante el primer año de la guerra. Ya joven oficial, iniciaría un difícil camino, sorteando obstáculos y buscando alianzas imposibles. Sus hazañas le valieron el sobrenombre de Africanus, en alusión a uno de los territorios que conquistó.