Kailas. Col. Ficcion. Madrid, 2015. Título original: Station Eleven. Traducción: Puerto Barruetabeña Díez. 339 páginas.
Una novela sobre el arte, la memoria y la ambición, Estación Once nos invita a sumergirnos en una historia sobre las relaciones que nos sostienen, el carácter efímero de la fama y la belleza del mundo tal y como lo conocemos.
Un inesperado virus mortal acaba con la civilización: ya no quedan trenes ni Internet, ni siquiera ciudades, solamente asentamientos hostiles al visitante ocasional.
En este desolador panorama, un pequeño grupo de actores y músicos decide crear la Sinfonía Viajera con el fin de mantener vivo un resquicio de humanidad. Pero en este libro nada es fácil, y pronto este rescoldo de civilización también se verá amenazado por un violento profeta.
Estación Once va más allá de su argumento y escritura, originales y ambiciosos: nos transporta a un mundo distinto y nos obliga a reflexionar sobre el presente, sobre lo que tenemos y qué valor le damos. En definitiva, un homenaje inteligente y sobrio a los pequeños placeres de la vida. Un libro difícil de dejar y, más aún, de olvidar.