Estrellas rotas. VV.AA. (Ed. Ken Liu)

Alianza editorial. Col. Runas. Madrid, 2020. Título original: Broken Stars: Contemporary Chinese Science Fiction in Translation. Traducción: María Pilar San Román. 474 páginas.

El multipremiado autor Ken Liu presenta una nueva antología de ficción corta especulativa china.

«En este volumen he incluido cuentos más extensos que el más extenso de Planetas invisibles, y asimismo otros más breves que el más breve de aquel primer volumen. He elegido escritores ya consolidados —el ingenio sardónico y mordaz de Han Song está presente con dos de sus relatos— junto a voces nuevas —considero que la obra de Gu Shi, Regina Kanyu Wang y Anna Wu debería ser más conocida por los aficionados—. De manera intencionada también he incluido algún cuento que podría considerarse menos accesible para los lectores occidentales: la historia de viajes en el tiempo de Zhang Ran emplea tropos chuanyue exclusivamente propios de la ficción china; y el relato de Baoshu resulta más conmovedor cuanto mayor conocimiento tenga el lector de la historia de la China moderna.» Ken Liu, extraído del prólogo de Estrellas Rotas.

Relatos incluidos:
“Buenas noches, melancolía” de Xia Jia.
“La nieve de Jinyang” de Zhang Ran.
“Estrellas rotas” de Tang Fei.
“Submarinos” by Han Song.
“Salinger y los coreanos” de Han Song.
“Bajo un cielo tentador” de Cheng Jingbo.
“Bajo una luz más halagüeña lo que ha pasado verás” de Baoshu.
“El tren de Año Nuevo” de Hao Jingfang.
“El robot al que le gustaba contar trolas” de Fei Dao.
“Luz de luna” de Liu Cixin.
“El Restaurante del Fin del Mundo: Potaje de Laba” de Anna Wu.
“Los juegos del Primer Emperador” de Ma Boyong.
“Reflejo” de Gu Shi.
“La caja cerebral” de Regina Kanyu Wang.
“La llegada de la luz” de Chen Qiufan.
“Historia de las enfermedades futuras” de Chen Qiufan.

Ensayos:
“Una breve introducción a la ciencia ficción y al fandom chinos” de Regina Kanyu Wang.
“Un nuevo continente para los académicos chinos: el estudio de la ciencia ficción” de Mingwei Song.
“Ciencia ficción: se acabó el avergonzarse” de Fei Dao.