Tal como sabemos por La sonrisa del gato, Vaquero era un ciberpirata, tal vez el mejor. Pero también fue algo más, mucho más.
Fue un hombre enamorado, fue un espía, fue alumno y tal vez profesor. ¿Y qué más? Control, el implacable jefe de los Servicios Secretos de la Confederación de Drímar, encarga a Peter Highsmith, el antiguo instructor de Vaquero, que escarbe en el pasado de su pupilo.
Lo que encontrará ahí tal vez le diga más sobre sí mismo que sobre Vaquero.
El volumen se completa con «Mensajero de Dios», un relato corto que continúa parte de la peripecia narrada en La sonrisa del gato.