Sportula. Gijón, 2012. 194 páginas.
¿Qué tienen en común Marilyn Monroe, dueña absoluta del corazón de los cinéfilos, y uno de los escritores más descarnados y vigorosos de la narrativa norteamericana del siglo XX, William Faulkner? ¿Qué une a la diosa vestida de blanco y rubia melena, a la tentación que vive arriba, con Herman Hesse y su alter ego Harry Haller?
¿Qué comparten tres novelistas de la talla de William Faulkner, Herman Hesse o Isak Dinesen, con dos directores del cine hollywoodiense como Michael Curtiz y Tod Browning? ¿Y con Niels Bohr, uno de los padres de la bomba atómica, o Charles Laughton, actor grande como pocos, y director de «La noche del cazador»?
Todos estos monstruos comparten una fecha. A todos ellos se les acabó el margen para desarrollar su potencial en 1962. Todos fallecieron hace 50 años.
Y todos tienen en común otra cosa. Están aquí, en las páginas de este libro, protagonizando las más angustiosas, disparatadas y extrañas aventuras, embotellados en una única cosecha para que tú, lector, la degustes con calma y la saborees con agrado.
- Antonio Calzado: «Viaje a Nuremberg»
- Antonio Castro-Guerrero: «Lágrimas en la ducha, pétalos en la corriente»
- Alejandro Castroguer: «Mis huesos por una piscina»
- Javier Cosnava: «La niña subida a su atalaya»
- Mario Escobar: «Marilyn y la invasión de los ladrones de cuerpos»
- Rafael Fernández: «El divorciado»
- Federico Fernández Giordano: «Ragtime»
- Fernando J. López del Oso: «Convocación»
- Jorge Magano: «El alcohol y la flecha»
- Rafael Marín: «Río sin retorno»
- Rodolfo Martínez: «En la mente de Dios»
- Antonio Montes: «Ojos de tormenta»