Grupo AJEC. Granada, 2011. Título original: Gazing at the Stars. Traducción: David Prieto. 396 páginas.
“Charlie” Manley vive en Winter Palms,
Florida. Inmigrante jamaicano y buena persona, solo busca una existencia
pacífica, lejos de las complicaciones del mundo moderno. Pero, aunque
sus ambiciones son sencillas, la fortuna no le acompaña y pronto se ve
convertido en el principal sospechoso de un crimen que le relaciona con
las raíces del vudú más oscuro y sangriento.
Porque,
si algo tiene el bueno de Charlie, son las promesas y juramentos que le
atan. Unos juramentos que le impiden volver la espalda a los suyos.
Sean cuales sean las circunstancias.
O las consecuencias.
Pocos
escritores hay en el género de lo fantástico que sepan crear entornos
como lo hace A.F. Black. Sus personajes, complejos y rebosantes de vida,
se integran a la perfección en contextos que el autor dibuja con
meticulosos trazos y cruel realismo. Mirando a las estrellas es una obra
compleja, de múltiples sabores, que sacia al lector exigente en busca
de algo más que una trama lineal de fácil resolución.
Gabriella Campbell
Una
novela altamente original, una muy lograda mezcla de novela
negra-fantástica-realista, con un argumento cuidadosamente concebido y
un ritmo que se va haciendo vertiginoso; pero es mucho más que esto: un
recorrido apasionante y a veces fantasmagórico por unos barrios
marginales de Florida, maravillosamente ambientados, y por la mente de
un protagonista inusual e inolvidable, un inmigrante jamaicano condenado
a seguir –o quizás a crear– su propia leyenda mientras intenta cumplir
promesas ancestrales hechas a un amigo asesinado. ¿Una novela que podría
haber escrito David Lynch?
Steve Redwood