Plaza & Janés. Barcelona, 2018. Título original: The Chalk Man. Traducción: Carlos Abreu. 350 páginas.
Hay juegos que solo tienen un final posible.
Todo comenzó el día del terrible accidente, durante la feria, cuando Eddie, de doce años, conoció al Hombre de Tiza.
Fue el Hombre de Tiza quien le dio la idea de los dibujos, una manera de intercambiar mensajes secretos entre su grupo de amigos. Fue divertido hasta que los dibujos condujeron al cuerpo sin vida de una niña.
Sucedió hace treinta años y Ed creía que todo había quedado olvidado.
Sin embargo, un día recibe una carta que contiene solo dos cosas: una tiza y el dibujo de un muñeco.
La historia se repite y Ed se da cuenta de que el juego, en realidad, nunca terminó...
Todos tenemos secretos.
Todos somos culpables de algo.
Y los niños no son siempre tan inocentes como parece